Maravillosa hora en la que las manos mas suaves tocan con la mas delicada destreza los cuchillos y las ollas. Hermosa danza que de niño fascinaba mi corazón combinando el olor de las verduras el arroz y las habichuelas sazonadas, milenaria balada de amor dedicada a los fantasmas que habitan nuestro estómago al medio día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario